La magia de la Foradada en Cantonigròs y Tavertet
Después de nuestra primera salida buscando la foto perfecta teníamos ganas de volver a la aventura. En esta ocasión visitamos Cantonigròs, un pequeño pueblo cerca de Vic (Barcelona). Nos habían hablado muy bien de un lugar llamado la Foradada. Consiste en un salto de agua donde por un lado un muro con un agujero deja pasar los rayos del sol.
Como siempre nos despertamos pronto para preparar nuestros equipos y salir a la caza de buenas fotos. Los -2º nos obligaron a ir con ropa térmica. Para llegar a la Foradada recomiendan aparcar el coche en el campo de futbol que hay en la entrada del camino. Sin embargo al ver que el suelo estaba helado y con enormes socavones aparcamos en la calle.
El camino hasta la Foradada es un ligero descenso de unos 30 minutos. Al llegar nos encontramos con una grata sorpresa, el salto de agua estaba helado. Montamos nuestras cámaras con sus respectivos filtros y pasamos un buen rato fotografiando la escena. Cuando nuestras manos estaban casi moradas por el frío decidimos que era la hora de volver.
Paramos para comer en Tavertet, un pueblo con unas vistas espectaculares. Unos buenos canelones nos dieron fuerzas para el resto del día.
Aprovechamos para descansar e intentar captar en una foto la panorámica tan impresionante que teníamos delante. A medida que el sol desaparecía por el horizonte la temperatura disminuía así que decidimos que la jornada fotográfica había finalizado.
Pasamos el resto de la tarde revisando las fotos y videos junto a la chimenea de nuestra habitación. Nos habíamos hospedado en Ca la Rotllada, una masia rural con mucho encanto y un trato excelente. Sin duda muy recomendable.
Para nosotros el concepto de foto perfecta es hacer la mejor fotografía posible con el equipo disponible y las condiciones meteorológicas de ese momento.
