Un viaje inolvidable: Bretaña y Normandía en autocaravana.
Nos encanta viajar en autocaravana! Decidimos descubrir Bretaña y Normandía a nuestra manera. Nuestras mejores experiencias viajando siempre han sido cuando hemos viajado a nuestro aire. Dormir o comer donde a uno le plazca no tiene precio.
Así que ante la perspectiva de poder hacer una escapada de unos días en el mes de Marzo decidimos coger una autocaravana de alquiler y visitar una zona que hacía tiempo que queríamos conocer, Bretaña y Normandía.
Quizás Marzo no sea la mejor época para visitar la zona meteorológicamente hablando. Nos llovió más de un día, y el día no es tan largo como en verano. Pero, ¿repetiríamos? Sí!
Visitamos todos los puntos de interés sin gente, sin colas, sin problemas para aparcar la autocaravana allí donde quisimos. Visitar el Mont Sant Michele sin gente fue un lujo!
Decidimos que haríamos todo el recorrido sin pisar un sólo tramo de autopista. Normalmente en todas partes se recompensa a quien se aleja de las autopistas con paisajes y estampas inesperadas, pero especialmente en Francia que incluso fuera de las rutas recomendadas es facil encontrar pueblos y rincones que bien merecen una parada. En dos días llegamos a la costa sur-oeste de la Bretaña. Hicimos noche por el camino en Rocamadour y Josselin.
Empezamos la ruta por la costa en Quiberon, donde cargamos la despensa de latas de conservas marineras típicas de la zona y sidra. Pero que buenas son las conservas de la bretaña!
Seguimos el recorrido, pasando por la ciudad de Quimper, hasta Point du Raz. Una zona espectacular de acantilados frente al mar. Ah si! El fuerte viento también caracterizó nuestro viaje por la Bretaña a partir de Point du Raz. Después en Normandía ya se calmó.
En ruta
Seguimos por la costa oeste de la Bretaña hasta Camaret-Sur-Mer en la península de Crozon, una zona espectacular de grandes playas y pequeños pueblos de pescadores que miran de tu a tu al mar incluso cuando el viento hace acto de presencia.
Nos habían dicho que Bretaña era zona de cultivo de ostras, lo que no nos imaginábamos era que las podíamos comprar directamente a los recolectores por unos precios tan bajos y tan buenas!
Cocinamos mucho en la autocaravana. La verdad es que en mi vida había comido tantas ostras…ni tantas Creppes! Que buenas están las creppes, plato típico de Bretaña y Normandía.
Des de la península de Crozon subimos a la costa norte de Bretaña. Visitamos Roscoff y seguimos recorriendo la costa dirección Este. Si la primera parte de nuestro recorrido por la Bretaña se caracterizó por los acantilados frente al mar y los pequeños pueblos pesqueros, esta segunda parte disfrutamos visitando poblaciones con mucha historia y encanto.
Especialmente nos gustó Dinan, que aun siendo una población interior se puede llegar en barco desde el mar desde la conocida y reputada Saint-Malo.
Antes de llegar a Normandia visitamos Cancale, un pequeño pueblo con viveros de ostras y una oferta gastronómica muy interesante.
La siguiente etapa del viaje nos llevaba a Normandia y a uno de los puntos marcados en negrita en nuestro recorrido, el Mont-Saint-Michel. Para visitarlo aparcamos la autocaravana en una área de autocaravanas en Beauvoir. Por cierto, fue la única noche en todo el viaje que tuvimos que pagar para dormir. Desde este pueblo salen regularmente autobuses que te acercan al Mont-Saint-Michele.
Por cierto, si queréis consultar una base de datos actualizada de los sitios donde dormir con la autocaravana recomiendo la web www.park4night.com. Tienen una aplicación para Android e iOS muy práctica.
El enclave de este sitio es espectacular, y aun siendo un sitio hipermegafotografiado y visto, no deja de sorprender cuando lo ves en directo. Además tuvimos el lujo de verlo prácticamente solos. En temporada alta, este sitio se pone que no cabe ni un alfiler.
Seguimos nuestro recorrido y nos dirigimos a las playas del Desembarco de Normandía. Visitamos diferentes puntos de interés en las playas de Omaha, Utah, especialmente interesante nos pareció el Cementerio Estadounidense de Normandia por el museo memorial que alberga.
Dejamos estas playas y nos dirigimos ya a la última etapa de nuestro viaje para visitar Honfleur y los acantilados de Etretat. Quizás nos faltó un día más para profundizar por esta zona ya que nos pareció espectacular. Además, nos recibió un sol radiante y aprovechamos para hacer una barbacoa de lujo al lado de los acantilados.
Antes de despedirnos de Normadía y volver a casa visitamos su capital, Rouen, que tiene algunos puntos de interés y bien merece una parada de medio día.
Ya sólo quedaba despedirnos de los acantilados frente el mar, de los pueblos de pescadores, de las creppes, la sidra, de la tranquilidad de viajar en temporada baja, de la libertad de hacerlo con una autocarvana y dormir donde nos ha venido en gana…algún día repetiremos.
